``En política no hay inocentes´´, es la frase que elegí para empezar a escribir las siguientes líneas. Y es que hoy la patria se encuentra inmersa en una disputa egoísta entre campo y gobierno, gobierno y campo -para evitar comentarios de aquellos que digan que estoy a favor de unos-, y es que no se trata de buscar un bando, sino de buscar soluciones consensuadas y desde la negociación. Negociación significa ceder algo propio para conseguir otra cosa, obviamente desde los dos lados, y sin egoísmos, ni altanerías de ningún tipo, porque no se trata de un juego de mesa en el que alguien gana y el otro pierde, se trata de la construcción de un país, donde todos ganamos y perdemos a la vez.
Creo comprender la decisión tomado por el gobierno en cuanto a las retenciones agrícolas a la soja, y comprendo que implica un paso mas en la construcción del nacionalismo y la autonomía argentina soñada por tantos de nuestros gobiernos. Yo también estoy de acuerdo en que no quiero un tipo de país basado en un modelo agroexportador cuyo mono cultivo es consumido (en su totalidad) por los países extranjeros, y que depende de las variaciones y las especulaciones del precio internacional de las materias primas, en donde por un tiempo ganamos, y al tiempo después volvemos a quedarnos con las manos vacías, por favor recurramos a la historia!!!. Hoy en día, el mercado internacional parece propicio y tentador, pero la pregunta seria hasta cuando???, dejemos de pensar en corto y empecemos a pensar políticamente a largo plazo. El mercado internacional no depende de un solo estado, depende de todos los estados y de sus innumerables e impredecibles variaciones, y obviamente de la especulación. Por otra parte defiendo la función social de la tierra y considero que la tierra argentina tiene como primer deber alimentar (o en este caso abastecer) a los argentinos en primacía que al mundo. Latinoamérica ya paso por una historia colonial signada por los plátanos, por el café, por el azúcar, el tabaco y ahora la soja???. Pero también comprendo que cuando a un sector se le quita algo, se le tiene que dar algo a cambio, y el campo en este sentido no tiene recompensas. Entonces si realmente comprendí el modelo progresista que se quiere implantar en la argentina, basado en los siempre vigentes principios nacionalistas - y no pasados de moda como dijeron algunos dirigentes de manera despectiva últimamente-, el gobierno debería haber seguido la implementación de una fuerte política industrial en detrimento de las medidas agrarias, y es que esta constituye una etapa importantísima y obvia en el desarrollo de una actividad a otra. Yo le creo al gobierno cuando dice no estar en contra del campo, pero pido coherencia en la implementación de sus políticas, porque veo que se nos quita algo a cambio de casi nada. Se habla de modernización, pero sin industria no hay modernización, un tren bala no nos va a hacer parte del primer mundo, el refuncionamiento de los ramales del interior son modernización!. No un tren, solo uno, de máxima velocidad.
Por otra parte comprendo la situación del campo por todo lo planteado y mucho mas, pero me resulta hasta un poco irónico que pidan la solidaridad del resto de la población que es “ajena” al conflicto (y digo ajena entre comillas porque todos estamos inmersos en la misma mescolanza), cuando el campo no están teniendo solidaridad para con nosotros los “ajenos”. Todos tenemos el derecho de comerciar, entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino, derecho que se nos esta robando y que sin duda algunas ya empieza a perjudicarnos a varios de nosotros. Por otra parte comprendo y de hecho lo reafirmo, el derecho de cada trabajador a la protesta y a la huelga, pero un derecho no puede ser derogativo de otro, por lo que esa nueva manía que tenemos los argentinos de cortar las rutas me resulta sumamente chocante y lamentablemente vuelvo a recurrir a una palabra que a lo largo de todo el texto ya use tres veces: egoísta.
Llego a pensar que a los políticos los tiene sin cuidado un corte de ruta, será la distancia, será que no los afecta directamente. Pero aplaudo aquellos que acercaron la protesta a los “centros de poder”, llámese estos Congreso, Plaza de Mayo u Olivos; y basta de cortes de ruta, innovemos la protesta, la llevemos a donde están ELLOS, para que la escuchen en vivo y en directo, y no desde un televisor cómodamente a quien sabe cuantos quilómetros de distancia. Considero que acercándoles el problema, posiblemente nuestras demandas puedan tener más resonancia.
Creo que es hora de bajar los decibeles, los dos lados están siendo muy soberbios a la hora de sentarse a entablar el dialogo, y les recuerdo que en el país no solo esta el campo y el gobierno, también estamos los “ajenos”.
Pero creo que no todo esta perdido en este caos, esta situación dio lugar a un dialogo responsable (por supuesto que hay excepciones) y al pensamiento reflexivo, situación que me asombra porque desde hace mucho tiempo no se tomo algo en la argentina tan en serio. Lo único que espero es que reflexionemos bien y a fondo, y pensemos que es lo que queremos y que no como país, porque como dije líneas atrás, esto no se trata de una disputa entre unos y otros se trata en el fondo de la elección de un MODELO DE PAIS.